Horizonte común: una democracia radical, feminista y popular

Nunca en la historia reciente de nuestro país la sociedad chilena había mostrado signos tan rotundos de desafección y desinterés hacia la política. Un abismo crece a pasos agigantados alejando a las mayorías de las decisiones que afectan sus vidas y haciendo de la política un asunto cada día más excluyente y elitista. Este alejamiento ha dejado las decisiones sobre nuestras vidas en manos de los grandes bolsillos y la frustración ante cambios que no llegan ha desmovilizado a los sectores democráticos. En este vacío, la extrema derecha gana espacios como fuerza de choque de la derecha neoliberal para capitalizar el abandono ciudadano de la política y evitar el avance de las fuerzas de cambio. Nos quieren dividid@s y desencantad@s para gobernar solos, sin disidencia ni alternativas, sin otro horizonte que la competencia neoliberal más descarnada.

Pero el avance de la extrema derecha no es casual. El gobierno de Sebastián Piñera, los partidos de Chile Vamos y el gran empresariado, la abrazan para desactivar la grave crisis de legitimidad que afecta a las élites y a las principales instituciones del régimen de la transición que sirven a sus intereses: los partidos tradicionales, las Fuerzas Armadas y de Orden, la Iglesia, los grandes capitales. Para evitar la rebeldía de los de abajo contra los de arriba, alimentan el odio contra migrantes, disidentes sexuales, mujeres movilizadas y toda forma de protesta popular. Así, la extrema derecha no es una respuesta al neoliberalismo y sus miserias, sino un producto rabioso del mismo y su primera línea de defensa: buscan transformar los conflictos entre oprimidos y opresores en falsos conflictos entre oprimidos, disolver la solidaridad popular para reforzar la competencia y la resolución de los malestares sociales en el ámbito individual.

Las fuerzas de cambio debemos responder con fuerza y no permitir una salida autoritaria de la actual crisis de representación. Pero debemos saber también que si la derecha y las élites reaccionan, es porque algo temen. Es que a través de diversas movilizaciones sociales durante la última década, estudiantes, feministas, pensionados, trabajadores y comunidades de base han puesto en el centro de las preocupaciones del país las deudas democráticas de la transición y los postergados derechos de las mayorías. Es contra ese proceso de rearticulación y movilización popular que las elites reaccionan, histéricas ante la posibilidad de un mayor protagonismo popular en la política y la emergencia de una alternativa democrática a la dictadura del mercado. Es ese proceso de autonomía popular que debemos revitalizar.

Ante estos desafíos, es necesario que el Frente Amplio se consolide como un proyecto político capaz de poner en marcha los cambios profundos que Chile necesita y reorganizar la esperanza popular en una política al servicio de la mayoría. Por ello, Poder Ciudadano e Izquierda Autónoma estamos convencidos de que es momento de dejar atrás la fragmentación de la izquierda transformadora y dar un paso adelante en favor de la unidad. Nuestra unidad expresa la determinación de resolver en el plano de la comunidad y la democracia las angustias provocadas por el neoliberalismo, esas angustias que los poderosos presentan como problemas individuales. Una unidad para construir una mayoría popular transformadora.

Para ello nos disponemos a construir una herramienta que desde el Frente Amplio luche por arrebatarle la política a los grandes empresarios y contribuya a abrir un nuevo ciclo histórico de ampliación y radicalización de la democracia, . Comenzamos con la creación de un nuevo referente partidario, una casa de puertas abiertas donde quepan todas las voluntades comprometidas con realizar al menos las siguientes tareas:

1. A favor de las mayorías

Un partido que luche por inclinar el tablero político a favor de las mayorías y las fuerzas democráticas, trabajando por una articulación transformadora tanto en el campo político como social, que logre aislar a la derecha y a los elementos neoliberales que, ubicados formalmente en la oposición, han sido funcionales para su avance y el desprestigio de la política.

2. Promoviendo la participación popular

Un partido que asuma como su norte el involucramiento de las mayorías en la política y el avance y luche contra su secuestro en los salones de políticos profesionales y elites expertas, favoreciendo una creciente participación popular en territorios, movimientos sociales y política institucional, para construir así una verdadera democracia en Chile.

3. Por la superación del neoliberalismo

Un partido que se comprometa con un programa de superación del neoliberalismo y con la urgente revitalización de una agenda de reformas sociales profundas, capaz de ofrecer respuestas reales a la precariedad que afecta la vida de las mayorías sociales, única forma de enfrentar efectivamente a la derecha y recomponer el vínculo de la ciudadanía con la política

4. Luchando por nuestros derechos

Un partido que luche por situar las demandas más sentidas por la ciudadanía en el centro de las tareas a realizar por las fuerzas democráticas, entre ellas la conquista de servicios de salud y educación públicos y gratuitos, el fin de las AFP y su reemplazo por un sistema de seguridad social solidario, plena garantía de derechos sexuales y reproductivos, autonomía y territorio para el pueblo mapuche en el marco de un Estado plurinacional, toda la verdad, justicia y reparación para las violaciones a los derechos humanos.

5. Con perspectiva feminista

Un partido que abrace el feminismo y lo ponga en práctica como un ideario fundamental para la política transformadora, invitando así a mujeres y personas feminizadas a ser protagonistas de su historia, y luchando contra toda forma de jerarquización y discriminación en razón del género o la orientación sexual de las personas.

6. Fortaleciendo el Frente Amplio

Un partido que trabaje por la consolidación del Frente Amplio como un proyecto transformador, poniendo especial urgencia en su enraizamiento en los sectores populares y los movimientos sociales, de modo que sirva efectivamente para construir una democracia en base al protagonismo popular.

7. Militancia para el cambio!

Para este protagonismo popular estamos convencidos que la principal herramienta es la militancia, el agrupamiento de personas comunes dispuestas a enfrentar la mercantilización de la vida, la depredación ecológica y la falta de democracia, entre otros, como los principales desafíos que enfrentamos en Chile.

El pueblo de Chile debe utilizar la militancia como herramienta central, debe construir un partido de iguales, una comunidad popular y transformadora que sea capaz de reconocerse como el colectivo capaz de reconstruir la esperanza en un futuro mejor para todos y todas; la reconstrucción de la esperanza extraviada a través de la construcción colectiva será el gran motor que impulse la lucha por un Chile democrático, profundamente transformador, feminista y con justicia social, donde quepamos todos y todas, un país soberano del que cada una y uno se sientan parte. Un país solidario con el otro, un pais para su gente.

Invitamos a construir una militancia social, política y popular que se aboque con fuerza y esperanza a la construcción de un país en que el trabajo digno sea un derecho, que las pensiones alcancen para vivir decentemente, que los servicios básicos como la salud, la educación y el transporte estén a la altura de lo que el pueblo merece, un país en que nadie quede fuera independientemente de donde nació, un país en que sea posible vivir una vida en tranquilidad y felicidad. Esa es nuestra meta, pero esa meta no podemos alcanzarla solos, es una condición básica que la gente común sea parte de ese proceso y esa construcción; a diferencia de los partidos tradicionales, estamos convencidos que un futuro con esperanza sólo es posible de ser construído con las manos de todas y todos. Acá nadie sobra, acá muchos y muchas siguen faltando.